La guardería, ubicada en Tamarite de Litera, se desarrolla en una única planta baja, implantándose entre edificaciones preexistentes, aunque manteniendo una separación respecto a ellas. El acceso se realiza por el espacio existente entre dos edificaciones hasta llegar a una de las paredes del nuevo edificio donde el camino de entrada gira 90º a la izquierda. En ese punto, una puerta corredera permite también el acceso directo a la zona de recreo sin necesidad de entrar al edificio.
El último tramo del recorrido está cubierto por una losa de hormigón armado y discurre paralelo a una fachada ciega, a excepción de la entrada acristalada, lo que genera un efecto de conducción visual y física hacia el acceso principal.
Las demás fachadas cuentan con amplias aperturas que favorecen la entrada de luz natural en todas las salas y permiten salida directa al exterior. La composición de la envolvente, con retranqueos, voladizos y superficies acristaladas, busca reforzar la relación interior-exterior y dotar de dinamismo al plano de fachada.