La propuesta se basa en una adecuada y racional ocupación del solar, adaptándose a las alineaciones previamente establecidas, buscando sus razones más importantes en la ordenación general, la definición del espacio común, la accesibilidad, el asoleamiento, la economía y la creación de un tipo de vivienda en la que priman las condiciones de vida y la funcionalidad acorde con nuestros tiempos.
El espacio interior entre las edificaciones, con un área verde, así como los accesos a las viviendas y a los garajes situados en el subsuelo permite crear una secuencia entre el espacio público y el privado que contribuye a mejorar de manera sustancial la calidad espacial y funcional de las viviendas.
Se crea un conjunto edificado de 34 viviendas y 34 aparcamientos con sus respectivos trasteros, formado por tres bloques independientes dispuestos en forma de herradura que envuelven el espacio común central abierto completamente y orientado hacia el Sur.
Este espacio central tiene un acceso principal desde una calle peatonal y otros dos accesos laterales desde una zona verde y la C/II de Mayo, de manera que exista una relación funcional y permeable entre el espacio urbano y los edificios, evitando que el edificio se comporte como un muro. De esta forma se crea, además, una relación funcional y visual entre el espacio común privado y el edificio, facilitando la accesibilidad a estos espacios por cualquier persona en situación de limitación.